Hacer ejercicio mantenido tu cuerpo en forma no solo traerá beneficios en tu apariencia física, va mucho más allá. El caminar, nadar, bailar, o cualquier actividad aeróbica favorecen el sistema cardiovascular, reduciendo el riesgo de ataques cardíacos entre otros. El ejercicio ayuda a tu intestino a eliminar los desechos así que previene el cáncer de colon, y al regular los niveles hormonales a evitar el cáncer de mama y próstata.
Beneficia a tus huesos, en niños los ayuda a crecer, en adolescentes a fortalecerlos, y en adultos retrasa la degeneración así que puede prevenir la osteoporosis. Para los músculos, aumenta su oxigenación, tono, fuerza y volumen, favorece la flexibilidad, la fuerza de los tendones y ligamentos.
Te mantienes en tu peso ideal quemando calorías y equilibrando tu energía pero también al regular el nivel de azúcar en la sangre, evitando el riesgo a padecer diabetes.
Las personas que constantemente realizan una actividad física fortalecen su sistema inmunológico, son más saludables, y no solo tienen una buena apariencia física si no también una mejor salud mental que hará que esas personas se sientan bien consigo mismas y se lo reflejen a los demás.
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